
Mejorar la acústica en home studios para locutores
Debido a las circunstancias ocasionadas por la crisis de la COVID-19, muchas producciones que requieren grabaciones de locutores se realizan de forma remota. Esto significa que los locutores trabajan desde su estudio de grabación doméstico, transmitiendo el audio a través de tecnologías como Source Connect o similares al estudio de destino, o bien simplemente grabando los archivos de audio y enviándolos después.
Muchos locutores trabajan de este modo por primera vez, y al desconocer la parte técnica necesaria, estos días escuchamos producciones con una calidad de sonido inferior. Típicamente, esto se debe a una acústica inadecuada de su entorno de grabación.
Asumiendo que el equipo cuenta con unos mínimos correctos (micrófono, interfaz de audio), y que no hay problemas importantes de sonidos externos durante la grabación (tráfico, ruidos dentro de casa o de vecinos), lo más problemático en una grabación doméstica es la acústica de la sala.
En una habitación sin tratamiento acústico, solemos tener un “sonido de sala” excesivo, debido a que el sonido rebota en las paredes y estas múltiples reflexiones producen reverberación. El sonido se comporta como la luz: se propaga en todas las direcciones, y las superficies reflectantes (paredes, suelo, techo…) actúan como espejos. El conjunto de reflexiones genera un campo sonoro difuso que es la reverberación, que es captado de vuelta por el micrófono como una cola posterior al sonido directo.
El resultado se aleja entonces del ideal profesional de una cabina de voz de un estudio de grabación, un espacio que viene a ser un “entorno de laboratorio” con acústica seca (sin reverberación apreciable) que se ha diseñado para este propósito.
¿Cómo reducir la reverberación acústica en un home studio?
La peor situación es una sala grande, vacía, y con las paredes desnudas. Para mejorar la respuesta, los rayos sonoros deben encontrarse con materiales absorbentes que corten las reflexiones (transfieren la energía a calor, en un grado inapreciable). Los materiales empleados profesionalmente son:
- la espuma de poliuretano, que se presenta en cortes con patrones como pirámides, ondulaciones, picos… y normalmente se fija a las paredes mediante adhesivo, y
- los paneles de fibras minerales recubiertos de tela, que se cuelgan en las paredes como si de un cuadro se tratara.
La estrategia es cubrir un cierto porcentaje de las superficies. Podemos empezar por los puntos a la altura y posición del micrófono en todos los sentidos (pared frontal, posterior, y laterales), llamados puntos de “primeras reflexiones”, y, si disponemos de más absorbentes, irlos distribuyendo de manera regular. Los efectos de la absorción son acumulativos (a mayor superficie tratada, reverberación acústica más débil).

En un entorno doméstico, los materiales textiles porosos de cierto grosor también tienen propiedades absorbentes, de modo que colchones, sofás, cojines, alfombras, cortinas gruesas, sillas tapizadas… realizan esta misma función.
Una estantería con libros también presenta algunas propiedades absorbentes, a la vez que difusoras (otra característica acústica deseable y que indirectamente reduce la reverberación).
Así, además, todos los elementos que hagan de obstáculo y hagan dispersar el sonido (sillas, mesas, objetos en general) también ayudan.
En particular, una alfombra es áltamente recomendable. Ya que corta las reflexiones múltiples de las superficies paralelas suelo-techo, y para el propósito de este texto para entornos domésticos, el tratamiento del techo sería más complicado o poco estético.
Soluciones comerciales que reemplazan el tratamiento acústico de la sala
- Una cabina acústica modular (de marcas como Studiobricks o Demvox) sería la opción más “de lujo” de las que comentaremos, con un precio a partir de unos 3500€. Es una sala en si misma, con todo lo necesario. Tiene la ventaja de contar también con propiedades aislantes (insonorización), y de incorporar la absorción acústica básica ya “de fábrica”. Como inconveniente, las dimensiones de cabinas más pequeñas producen un sonido resonante a frecuencias medias-bajas (suenan “a caja”). Pero solucionan perfectamente los mayores problemas de una sala sin tratamiento, y son una opción común y recomendable para locutores profesionales.

- Una “cabina portátil” Isovox. El desarrollador de esta idea es esta marca sueca, y se trata de un montaje semicerrado con placas absorbentes justo para envolver el micrófono y la cabeza del locutor. La absorción es fantástica, aunque como inconvenientes, puede resultar incómoda (especialmente en la configuración completamente cerrada, ya que puede producirnos mucho calor) y su precio, alrededor de 900€.

Soluciones comerciales parciales
- Un encapsulado absorbente para el micrófono: el producto Kaotika Eyeball (unos 200€) es una esfera de espuma absorbente que envuelve el micrófono, con la apertura justa para su dirección frontal. Existen otras soluciones inspiradas en éste más económicas como Alctron PF8 o Nowsonic Isolator (unos 50€). Son muy buenas opciones para un home studio ya que ofrecen una gran rendimiento por el precio, entendiendo que no son perfectas: alteran las propiedades del sonido captado, y sigue siendo recomendable un cierto tratamiento acústico de la sala, ya que parte del sonido reverberante sigue captándose por el micrófono. Pero para una mínima inversión, la mejora es considerable.

- Una pantalla acústica (o filtro de reflexiones). Absorbe la parte posterior del micrófono y en mayor o menor grado los laterales, pero no envuelve el micrófono por completo, dejando la zona superior e inferior libres. No sustituye a un tratamiento acústico de la sala, sino que está pensado como complemento.

Ideas caseras
Entendiendo los conceptos básicos, algunos locutores o cantantes emplean ideas alternativas caseras. Por ejemplo, una cabina abierta donde colchones colocados verticalmente harán de paredes absorbentes acústicamente.

O, la solución del armario: un armario de ropa hará la función de cabina parcial donde situar dentro de él el micrófono. Puede pegarse espuma acústica o colgar una manta en la barra para que haga de absorbente posterior, y si colocamos más espuma o simplemente ropa colgada a ambos lados, también tendremos absorción en las direcciones laterales. Si la habitación no es demasiado reverberante (como decíamos: cuenta con elementos como un sofá, una alfombra, etc.), los resultados pueden ser correctos con soluciones de este tipo. No equiparables a un estudio profesional, pero muy superiores al peor extremo, como decíamos, de una sala grande, vacía, y con las paredes desnudas.

Consejos adicionales
- Para la elección de la sala donde ubicar el home studio podemos basarnos, en lo posible, en los siguientes parámetros: menor ruido externo, mayor facilidad para el tratamiento acústico, y, si es posible elegir, evitando una sala que sea demasiado pequeña. Una buena conexión a Internet también es importante – si puede ser con cable, mejor, para sesiones remotas robustas.
- Los micrófonos más direccionales captan algo menos de ruido de sala ya que rechazan en mayor grado el sonido que incide indirectamente. Así, un patrón hipercardioide (o figura de 8 con la zona posterior absorbida) son ideas a considerar si la sala es muy problemática.
- Quizás te preguntes si existe algún plug-in que reduzca la reverberación acústica una vez grabada. Aunque la respuesta rápida hasta hace poco era un rotundo «no», existe esta herramienta llamada Izotope DeReverb. Puede ayudar un poco en algunos casos, especialmente si la voz no va sola, sino mezclada con música. Pero mejor enviar el sonido sin procesar, ¡y dejar este tipo de tareas al técnico del estudio!
Si, tal como parece, el trabajo remoto seguirá con fuerza en los próximos tiempos, la colaboración entre estudios y locutores será más fundamental que nunca. Aquí reside el sentido de este artículo, que espero que haya podido ser útil.
Si deseas escuchar grabaciones de buena calidad, puedes echar un vistazo al Banco de voces del estudio.
Y, si puedes trabajar desde tu home studio y tus condiciones de equipo y acústica son buenas, puedes contactar para formar parte de la base de datos.
© 2020, Héctor Xiqués Escorihuela
Ingeniero Técnico de Telecomunicaciones, esp. Sonido e Imagen
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